Aparece esta pregunta en nuestro facebook : ¿Qué diferencia hay entre el oliva y el acebuche? (Güenas Yerbas).
RESPUESTA:
Las diferencias entre un aceite de acebuchina y otro de oliva refieren a varios aspectos, por un lado, a nivel químico y en cuanto a la composición de ácidos grasos, el aceite de acebuchina contiene algo más de ácidos grasos poliinsaturados debido a que la proporción hueso/pulpa es mayor que en cualquier variedad de aceituna, es decir, contiene menos pulpa que cualquier variedad en relación al tamaño del hueso y por otro lado, al menos potencialmente, puede presentar un mayor contenido en antioxidantes o polifenoles, lo que llamamos contenido fenólico, responsables de buena parte de los efectos beneficiosos para nuestro organismo.
A nivel organoléptico el aceite de acebuchina silvestre que elaboramos nosotros presenta un perfil más armónico y sutil, mejor ensamblado en sus notas de aromas y sabores, de lo que es normal encontrar en un aceite de oliva virgen extra, en este perfil organoléptico tremendamente elegante y único por otra parte, prepondera un maravilloso flavor a plátano.
En cuanto a las propiedades nutricionales hay aspectos que deben originar unas características intrínsecas especiales en el aceite de acebuchina silvestre que elaboramos puesto que por un lado, la genética de la planta no se ha visto alterada por la incorporación de variedades tendentes a optimizar la producción de aceite o aceituna, sino que es la genética o el genotipo de planta que la propia naturaleza ha determinado como adecuada para el entorno de Sierra Mágina en el que se encuentra la masa forestal silvestre en la que viven nuestros acebuche silvestres de forma autónoma sin que realizamos ningún tipo de cultivo en ellos más allá de la recolección del fruto. Todo esto se debe a que nuestros acebuches no han sido plantados por los otros sino que han nacido de forma espontánea en esta masa forestal con la que cuenta nuestra finca.
También a nivel nutricional cabe preguntarse si el hecho de que estos acebuches silvestres nazcan entre las rocas y fijen sus raíces en torno a ellas podría aportar un mayor contenido en minerales u otras sustancias bioactivas que mejoren sus propiedades respecto a lo que es habitual en un cultivo de olivar.
Finalmente el hecho de que no hicimos ningún tipo de cultivo ni siquiera ecológico y orgánico en nuestros acebuche silvestres motiva que la planta sufre un mayor estrés hídrico y con ello se incrementa el contenido en antioxidantes o polifenoles, es decir estamos ante un producto 100% silvestre.
En definitiva nuestro aceite de acebuchina silvestre es un producto delicado y salvaje a la vez, la viva expresión de la naturaleza en estado puro.
LUIS MONTABES.
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